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Tu identidad es clave: estrategias de negociación para generar confianza

Por 21 de noviembre de 202217 de enero de 2023Todas las historias

Como profesional del sector humanitario, el éxito de tu negociación depende en gran medida de tu capacidad para establecer una relación de confianza con tu contraparte.

Para poder forjar este tipo de relación, hay que tener en cuenta varios elementos.

Uno de los aspectos esenciales es tu identidad, así como tu capacidad para adaptarte a la identidad de tu contraparte. Para forjar una relación de confianza con éxito es importante hacer hincapié en los rasgos personales que podrían jugar a tu favor y restar importancia a aquellos que puedan usarse en tu contra.

En 2020, en el Centro de Competencias de Negociación Humanitaria comenzamos a entrevistar a profesionales del sector humanitario sobre cómo su identidad influye su negociación en el terreno.

A continuación encontrarás una recopilación de algunas de las estrategias que estos profesionales utilizan para reforzar su legitimidad y entablar una relación positiva con su contraparte.

1. Utiliza tu bagaje cultural

¿Cómo respondes cuando alguien te pregunta "quién eres"?

Muchas personas, si no es que la mayoría, responderían probablemente con su nombre, seguido de su nacionalidad, etnia y pertenencia regional o local. Junto con el aspecto físico, tu nacionalidad o cultura de origen es uno de los principales elementos que definen tu identidad y es probable que sea una de las primeras cosas en las que se fijen los demás.

Esto puede ser visto como algo positivo o negativo por tu interlocutor, dependiendo de muchos factores como la relación que tiene su país con el tuyo (por ejemplo, la existencia de un pasado colonial), las relaciones individuales que haya tenido previamente con personas de tu nacionalidad, los estereotipos y clichés existentes...

Tener doble nacionalidad o identificarse con dos o más nacionalidades (ya sea por tener padres de distintos países, o haber vivido muchos años en cierto país e identificarse con su cultura...) es un aspecto útil cuando tu origen no es bien percibido por tu contraparte.

Haz clic en la sección siguiente para leer un ejemplo de cómo aplicar esta técnica.

Haz valer tu nacionalidad

Soy de Marruecos, lo que ha sido útil en la mayor parte de Oriente Medio. Mi origen me ayudaba a romper el hielo, mostrando que yo formaba parte de su comunidad. Cuando digo que mi padre es marroquí, dicen: "Eres parte de nuestra cultura". Hablo muy poco árabe, no soy musulmana y he estado en Marruecos una vez cuando tenía tres años. Sin embargo, me dicen: "Bueno, eso es culpa de tus padres, no tuya, y nos alegramos de que estés aquí".

En Yemen, estuvimos en territorios controlados por Ansar Allah (el movimiento armado Houthi). Cuando la contraparte vio mi apellido, insistió en que le llamara "tío", y eso básicamente nos dio acceso al territorio.

No creo que haya tenido malas experiencias en cuanto a mis orígenes, porque he trabajado sobre todo en Oriente Medio. En los casos en los que esto jugaba en mi contra, podía enfatizar mi nacionalidad francesa, como en las regiones kurdas, porque los franceses han apoyado la lucha kurda. Mi identidad diversa ha sido clave, me ha permitido resaltar algunas cosas y restar importancia a otras en función del contexto.

2. Anticipa los estereotipos y maneja las expectativas

Ser consciente de cómo te puede percibir tu contraparte, qué estereotipos puede creer sobre tu identidad y qué puede esperar de ti es fundamental, pero sólo es un primer paso.

El segundo paso es igualmente crucial, y consiste en planificar la negociación en torno a esas creencias y estereotipos y, si son negativos, intentar demostrar que son erróneos con acciones positivas.

Haz clic en la sección siguiente para leer un ejemplo de cómo aplicar esta técnica.

"No soy esa expatriado árabe viviendo en Europa"

Por lo general, mi identidad ha sido un factor positivo en mis negociaciones. Como mujer árabe y musulmana, ha funcionado de forma positiva, incluso en un contexto como el de América Latina. En Colombia, por ejemplo, no hay una comunidad considerable de refugiados que hablen árabe, pero hay muchos colombianos que tienen ascendencia árabe, y esto es un buen elemento para romper el hielo.

El hecho de que me vista de forma moderna transmite que soy ciudadana del mundo, no estoy arraigada en un solo lugar. Esto ha sido útil. Por supuesto, cuando he trabajado en las regiones de cultura árabe, intento mantener conversaciones en árabe. También trato de estar extremadamente preparada sobre el tema, para que sepan que no soy esa expatriada árabe que viene desde Europa sólo porque habla árabe. Tienen expectativas más exigentes sobre mí, pero no tiene nada que ver con el género. Tengo que demostrar mi legitimidad, la razón por la que fui elegida que va más allá de mi capacidad lingüística y mi nacionalidad. Cuando se dan cuenta de todo esto, entonces quieren cooperar. Creo que si no hubiera sido árabe y de la región, no me hubiera encontrado con tantas puertas abiertas.

3. Demuestra interés por la religión, la historia y los lugares locales

Mostrar interés por el país de tu contraparte, su historia, sus figuras famosas y monumentos, es una forma fácil de mostrar respeto y atención hacia tu contraparte y de crear una relación positiva basada en el entendimiento mutuo. Al hacerlo, también puedes conocer mejor el bagaje cultural de tu contraparte y su manera de razonar durante la negociación.

Haz clic en las secciones siguientes para leer ejemplos sobre cómo aplicar esta técnica.

Turismo con tu contraparte

Estaba de viaje en Iraq y me acompañaba un funcionario del Ministerio de Comercio. Le dije que quería visitar las mezquitas y conocer más su cultura, lo cual lo sorprendió. Me dijo que no podía llevarme en ese momento, pero que lo haría en la siguiente ocasión. Me pidió que llevara una abaya (prenda exterior de cuerpo entero que llevan algunas mujeres musulmanas), y finalmente me llevó a dos santuarios chiíes. Me dijo: "Yo iré a rezar, tú siéntate aquí, no hables con nadie, sólo mira a tu alrededor". Se arriesgó y sobrepasó los límites de su trabajo sólo porque yo me mostré interesada en acercarme a él.

Luego fuimos a Mosul y le dije que quería ir a ver un monasterio. Me dijo que no tenía tiempo porque teníamos que volver a la oficina. Lamentó mucho no poder complacerme y mostrar el lado cultural cristiano de su país. Prometió hacerlo la próxima vez. Esta relación que creé con él me ayudó sentirme más cómoda en mi trabajo. Yo era muy joven en ese entonces, estaba asustada, viajando con gente que quiere dar órdenes... El hecho de que lograra crear esa confianza facilitó mi trabajo con él: me dio información que no debía. Por muy joven que fuera, tenía más legitimidad que mis supervisores porque había conseguido tender un puente cultural.

Cómo pueden ayudarte el Corán y la Biblia

Tengo un colega árabe cristiano que tiene barba. Cuando recita el Corán, no te imaginas la impresión positiva que deja. Cuando habla del Corán y dice que es cristiano, es una agradable sorpresa.

Conocer la religión de una persona es esencial. Cuando fui a Etiopía, donde son muy religiosos, hablé con mis colegas cristianos y tomé citas de la Biblia. Es una señal de respeto a la cultura y desempeña un papel importante a la hora de ser aceptado.

Este colega cristiano siempre empezaba con una anécdota sobre el país o la ciudad, sobre su historia o sobre un lugar de la ciudad que tuviera un significado. Y eso rompe el hielo. Demuestras que "sabes", que has leído sobre el país, y la contraparte piensa: "Esta persona ha hecho un esfuerzo por informarse".

Todos los países que entran en guerra tienen grandes historias. Mira a Iraq, la cuna de la civilización. En Etiopía, cuando le hablas a la gente del gran emperador de Habesha, que fue el primero en dar asilo al profeta Mahoma, les encanta. Al mencionar estas referencias es como si les dijeras: "Ahora están en conflicto, pero no olvidemos su increíble historia. Miran de dónde vienen".

Fútbol y poesía yemení

Uno de mis grandes pasos para establecer una relación es compartir información personal, pero también indagar en la vida de mi contraparte, lo que significa que debo hacer preguntas para que vean que me intereso por ellos. Soy una persona muy curiosa por naturaleza, y eso me ha permitido mantener algunas conversaciones estupendas con mis interlocutores. Aprendí sobre el fútbol porque sabía que los jeques me situarían en el mapa francés en función del fútbol. Además, el fútbol matizaría mi condición de mujer.

También conozco mucho la poesía yemení. No porque me guste, sino porque pensé que sería una forma de romper el hielo en las negociaciones con los dirigentes comunitarios. Me permitió mostrar que conocía su contexto de una forma distinta que abordar sus necesidades más básicas, como la falta de agua.

Felices fiestas

En diciembre de 2021, estábamos negociando en Tigray, región a la que las organizaciones no gubernamentales no tenían acceso y de la que todo el personal internacional había sido evacuado. No había habido asistencia humanitaria durante dos meses.

A principios de enero de 2022, durante el "Tamkat" (la Navidad etíope), la situación era delicada y todas las oficinas de las autoridades oficiales habían cerrado durante tres días. Sin embargo, con la ayuda de un guía turístico local, conseguí encontrar el lugar donde se alojaba el comandante del puesto de mando.

Estaba en plena celebración. Me acerqué a él y le dije en un intento de romper el hielo: "¿Sabes cómo puedes conseguir más crédito para llegar al cielo? [Había preguntado y me habían dicho que era muy religioso] Si me das permiso para dar asistencia vital a miles de personas que nos esperan".

Se rió, hablamos, le felicité por la fiesta religiosa e intercambiamos números. Luego le dijo a su personal que nos diera una carta de autorización; accedimos sin que siquiera mirara nuestros pasaportes, sólo usamos la tarjeta de identificación de la organización. Tuve suerte; en un día normal de trabajo esto no habría ocurrido.

4. Ser humano y auténtico (sin pasarse)

La forma de comportarse e interactuar puede repercutir en el tipo de relación que se establece con una contraparte. Actuar de forma abierta, cálida y acogedora tiene el potencial de causar una impresión positiva en otras personas y allanar el camino hacia una negociación más fácil. Por el contrario, transmitir frustración, hostilidad o estrés puede hacer que tu contraparte se sienta igualmente tensa y ansiosa.

Por lo general, utilizar el humor a tu favor es, en las circunstancias adecuadas, una muy buena idea. A veces, simplemente es cuestión de suerte, seguir tu instinto y aprovechar la oportunidad.

No obstante, no olvides tener en cuenta el contexto profesional en el que se produce el intercambio: asegúrate de que tu comportamiento es el adecuado para cada situación, ya sea formal o informal.

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Ser honesta y auténtica puede ser beneficioso

Hay dos cosas que me han ayudado bastante a la hora de establecer relaciones: en primer lugar, tratar de mantener un cierto nivel de informalidad y, en segundo lugar, ser honesta y transparente.

Es cierto que no trataba con personal diplomático, pero sí con ministros. Con ellos hay que mantener la cortesía y el decoro, pero hacer una broma de vez en cuando o ser un poco más abierta cuando dudas sobre una respuesta puede ayudar. Esta cercanía me ha permitido establecer una relación y acabar dirigiéndome con un "tú" informal ("tu" en lugar de "vous" en francés) a la mayoría de mis contrapartes del África francófona. Esto me hace parecer simpática y poco amenazante; hace que parezca que no tengo un plan subyacente, aunque no sea verdad.

En cuanto a la honestidad y la transparencia, creo que mucha gente en la negociación, especialmente los hombres, tienen una idea rígida de cómo deben comportarse: ser severos, con fuertes apretones de manos. Yo intento ir un poco en dirección opuesta. No mostraría todas mis cartas, pero en algún momento diría: "Tengo que abordar este tema porque mi jefa me lo ha pedido". No divulgaría ninguna información delicada, pero he utilizado esto como táctica para también establecer la confianza.

5. Utiliza tu lenguaje (corporal) para mostrar respeto y aliviar las tensiones

La postura, los gestos y las expresiones faciales revelan más de lo que alguien podría decir con palabras.

Incluso puede ser útil llevar a una o un colega a la reunión; no para negociar, sino para estar allí, conversar y prestar atención a lo que no se dice, al ambiente general, a la relación entre los interlocutores...

Ser cortés, respetar las normas y tradiciones culturales, mantener la calma y ser paciente son elementos esenciales para empezar la relación en buenos términos. Entrénate para observar y entender el significado de cada mensaje no verbal.

Esto puede parecer obvio, pero no es tan fácil de mantener cuando tu contraparte se pone difícil. En estas situaciones, poner en práctica las seis técnicas para calmar una negociación tensa puede resultar útil para hacer que tu contraparte se tranquilice.

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La manera en la que te dirijes a tu contraparte es fundamental

La Oficina de Sanidad había decidido cerrar nuestra clínica de salud mental argumentando que no teníamos licencia. Un tipo del ayuntamiento vino a la clínica, hubo algunos gritos, amenazó con cerrar la clínica y pidió todos nuestros nombres.

Así que fui al municipio con el coordinador del programa —estaba traduciendo para él— y el tipo del municipio empezó a gritar de nuevo. El coordinador se dio cuenta de que el tono de la contraparte había empezado a bajar cuando yo le hablaba en árabe, así que me dijo que tratara con él. Cuando ves que alguien está tan furioso tienes que interpretear las señales. Sabía que, en ese ámbito, cuando se "adula a la gente", las cosas salen mejor. Mi dialecto y mi acento eran diferentes a los suyos, pero mi actitud y mi cara lo tranquilizaron. Me dijo: "Tú sabes hablar. No eres como el personal de tu clínica. No respetan a nadie".

Le dije que lo entendía, me disculpé en nombre de mis colegas: "Quizá no sabían quién era usted, son nuevos". El lenguaje y la forma de dirigirse a él tenía mucho peso, así que me centré en eso cada vez que hablaba con él. No paraba de repetir el mismo problema sobre nuestro personal, y yo seguía disculpándome. Yo no estaba muy convencida, pero hay que adaptar nuestra personalidad. No suelo ser muy paciente, pero intentaba proyectarlo. Sabía que mantener la relación a largo plazo era importante porque tendríamos que renovar la licencia de nuestra clínica al cabo de unos meses. Cada día feriado le enviaba un mensaje de felices fiestas, lo llamaba a menudo. Luego, cuando pasé la tarea a otra persona, le conté todo esto.

Acabó dándonos una semana para obtener la licencia en lugar de tres días. Inicialmente, querían que pagáramos retroactivamente, cosa que también retiraron.

Mantener un perfil bajo y escuchar con una "mente abierta"

Cuando no estoy en mi país, paso con un perfil bajo, siendo muy respetuosa con la cultura local. Le pregunto al traductor qué hay que hacer, cuáles son las costumbres locales: ¿miramos a la gente a los ojos? ¿damos la mano? Es preferibre saber todas estas cosas antes y no después de tener una reunión con la contraparte. Es importante permanecer abierta a escuchar y llevar la negociación paso a paso, prestando atención a tranquilizar a la contraparte sobre la presencia de la organización no gubernamental y la distribución. El primer objetivo es crear un clima de confianza, tender puentes.

Siempre presto mucha atención a la religión o las creencias espirituales y a la cultura local. Te mantienes al margen y escuchas. Cuando mi intérprete traducía, yo prestaba mucha atención al lenguaje no verbal de mi contraparte. Era fascinante. Tras 9 meses en Afganistán, desarrollé la capacidad de comprender mejor el lenguaje no verbal, que luego apliqué en Pakistán. Según mi experiencia con las tribus locales, si consigues tener un contacto visual claro y directo con tu contraparte, sabes que estarán de acuerdo o que está diciendo la verdad. Pero si la contraparte se mueve mucho y dice "Inshallah"...

La observación es clave

A veces puedes prepararte como se debe, otras no puedes permitirte ese lujo porque no sabes con quién te tocará negociar. Cuando puedo prepararme, hablo con el personal nacional sobre lo que sabemos, y lo complemento con observaciones y mi propia investigación. En una primera reunión estoy más en modo de escucha, tomo notas sobre cómo se comportan. Por ejemplo, mientras yo converso con mi interlocutor, un colega se encarga de charlar con los miembros del equipo de la contraparte o con la población (si es posible) para obtener información más detallada y observar el entorno.

Siempre intento obtener información de diferentes fuentes, porque todo el mundo busca su propio interés, aunque no sea de forma deliberada. Si se trata de alguien con poder, pienso en cómo los demás percibirán mi contacto con él o ella. No deben vernos como demasiado cercanos o amistosos, sino más bien cordiales y respetuosos, aún con cierta distancia. He visto a colegas que sobrepasan ciertos límites en un intento de establecer una relación sin tener en cuenta cómo se puede percibir esto.

6. Utiliza tu red de contactos

Es cierto que en las negociaciones humanitarias como en la vida, no sólo es importante lo que conoces, sino también a quién conoces. No hace falta que conozcas al hermano del Comandante para que confíe en ti; a veces, es tan sencillo como que haya oído tu apellido antes, que tenga un pariente muy lejano o que su sobrino vaya al mismo colegio que tú. Aprovecha tu red de contactos o cualquier conocido común para crear una conexión y acercarte mejor a tu contraparte.

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Un médico orgulloso

Nuestra contraparte era médico, y me di cuenta de que estaba muy orgulloso de presentarse como tal. Decidí hablarle de las universidades en las que había estudiado, mencionando a personas que conocía allí... Le dije que me había cambiado de universidad a causa de la guerra. Le hablé de mis parientes, que tienen cierto peso educativo y social en nuestra ciudad. Eso nos ayudó; no es que venga "cualquiera" a hablar con él.

También pude adaptarme rápidamente a cualquier tema que me planteara: huérfanos, personas desplazadas internas, criterios de selección, agricultura, disponibilidad de agua. Eso nos dio la oportunidad de hablar más.

7. Ten en cuenta cómo se te percibe y pide consejo a tus colegas nacionales

La forma de vestir y de presentarse es un aspecto esencial en cualquier negociación y es algo que puede utilizarse para "compensar" otros rasgos percibidos de forma negativa.

Por ejemplo, si eres joven y te preocupa que tu edad pueda ser una desventaja, vestir de manera formal, dejarte la barba o peinarte de cierta forma puede ayudarte a superar esta percepción.

Y si no eres del país, lo mejor es que hables con tus colegas que han vivido y trabajado allí para saber qué es importante y qué no lo es en ese contexto.

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¿Quién tiene el escritorio más grande?

Es fundamental apoyarse en los colegas nacionales. Las primeras personas a las que me acerco cuando tengo una nueva misión es el personal nacional. Pueden decirte lo que necesitas saber, cómo protegerte, o permitirte entender cómo funciona la cultura local. A la hora de negociar, tienes que entender qué significa el idioma, qué significa esa palabra en esa frase, qué significa ese gesto en concreto.

La percepción también es muy importante. Tuve un jefe en Sudán que tenía un escritorio enorme en una oficina enorme. Nunca me di cuenta de por qué hasta que comprendí que era él quien negociaba, por lo que necesitaba demostrar que tenía el poder.

Lo que importa también es la percepción de cómo te vistes; tienes que adaptar tu forma de vestir al contexto local. Me cubro el cuerpo para respetar la cultura del lugar, porque mi legitimidad parte del respeto que obtengo de la gente, y ellos se preocupan mucho por la ropa y los modales.

8. Convertir las debilidades lingüísticas en una ventaja

Cuando no eres del lugar, hablar el idioma local es una gran fuente de legitimidad a los ojos de tu contraparte; demuestra que te has esforzado por aprenderlo, por entender la cultura, por ser capaz de comunicarte con ellos. También evita el problema de que muchas cosas se malinterpreten debido a la traducción, o que tu contraparte prefiera interactuar con tu intérprete en lugar de contigo.

Sin embargo, a veces no hablar el idioma (o elegir no hablarlo) puede ser útil para mantener cierta distancia en la conversación, matizar tu posición o recopilar información confidencial. No obstante, es una táctica que hay que utilizar de vez en cuando, ya que también tiene sus riesgos de hacer pensar a tu interlocutor que lo has engañado.

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No hablar el idioma puede ser una ventaja

Si oigo el rumor de que mi contraparte es una persona difícil, sé que tengo que ser más cuidadoso. La personalidad hace una gran diferencia. A menudo, cuando tratamos con una persona extremadamente difícil, optamos por que yo, como personal internacional, lidere la negociación, lo cual nos da más tiempo para pensar mientras se traduce lo que dije. Tener pausas en la conversación ayuda, ya que la contraparte también tiene que tomarse el tiempo para pensar y si no nos entedemos, podemos justificarnos diciendo: "Seguramente fue debido a la traducción". Se convierte en una estrategia. Si comenzamos hablando en árabe desde el principio, lo más probable es que la negociación fracase en 10 minutos.

Por ejemplo, tenemos a un colega internacional que habla árabe, y su temperamento puede ser similar al de contraparte. Cuando la contraparte se enfada y se molesta, las probabilidades de que nuestro negociador se enfade o se moleste son bastante altas. Por ello, procuramos que la persona que no habla árabe lidere la negociación, y así podemos ganar tiempo. Si el interlocutor se enfada, le decimos: "Lo siento, hemos entendido mal lo que ha dicho, ¿puede volver a explicarlo?". Y las cosas se calman. Nos da un mayor tiempo de negociación, mientras que con una persona de habla árabe no habría ese desfase.

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Informe

Legitimidad, diversidad, identidad y género en las negociaciones humanitarias

A lo largo de 2021, el Centro de Competencias de Negociación Humanitaria (CCHN) realizó una serie de entrevistas con profesionales humanitarios para comprender mejor cómo su identidad y la de su contraparte afectan al proceso de negociación.

A continuación se recogen los puntos más interesantes y relevantes derivados de las entrevistas, así como algunos temas comunes identificados en todos los contextos.

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