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Humans of CCHN: Conoce a los miembros de nuestra comunidad

Por 9 de noviembre de 202111 de noviembre de 2021Todas las historias, Historias de la comunidad

Conoce a nuestros miembros El núcleo del trabajo del Centro de Competencia en Negociación Humanitaria (CCHN) es una comunidad acogedora de profesionales humanitarios reunidos por su experiencia en negociación en el terreno.

Esta comunidad es un espacio seguro y de apoyo para reflexionar y aprender de y con los demás. En muchas ocasiones, los miembros de esta comunidad se reúnen -tanto en línea como en en presencial - para una variedad de eventos que van desde talleres hasta retiros de salud mental.

A continuación encontrará las historias de algunos de estos comprometidos miembros de la comunidad. Si usted es un miembro de la comunidad y le gustaría aparecer en esta página, póngase en contacto con nosotros en [email protected].

Adriana Peñaranda Pedraza
Asistente Operativo en la Unidad de Soporte a la Oficina de Terreno, PMA (Colombia)

He dedicado mi carrera a implementar proyectos que apoyan el desarrollo comunitario desde un enfoque de equidad y de género. Tengo experiencia trabajando con varios organismos humanitarios nacionales e internacionales que brindan asistencia humanitaria en distintas regiones de Colombia, y actualmente trabajo para el World Food Programme como Asistente Operativo en la Unidad de Soporte Oficinas de Terreno.

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Uno de mis objetivos personales y profesionales es afianzar mis conocimientos sobre la seguridad alimentaria y nutricional. Me gusta abordar este tema desde un enfoque diferencial, es decir, desde un enfoque que tiene en cuenta que, a pesar de que todas las personas son iguales ante la ley, la discriminación afecta de manera diferente a cada una, de acuerdo con su condición de clase, género, grupo étnico, edad, salud física o mental y orientación sexual.

Este enfoque permite, en colaboración con las comunidades, definir métodos que empoderen a las mujeres y fortalezcan sus medios de vida mediante el autoabastecimiento y sistemas agropecuarios resilientes y sostenibles, de modo que se solventen sus necesidades básicas y contribuyan a la construcción de la paz en Colombia.

El trabajo de mis padres con las comunidades y las conversaciones que teníamos cuando nos reuníamos en la mesa hicieron que me diera cuenta de las inequidades sociales con las que viven muchas familias en Colombia. Esto avivó mi interés por trabajar al servicio de las personas más vulnerables, aportándoles y acompañándolos en la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Para mí, el logo del WFP representa la labor humanitaria, pues entreteje el trabajo a favor de las necesidades básicas de todo ser humano como la alimentación, la protección, el acompañamiento, el cuidado, la inclusión, los derechos, la paz, y la familia.

En este sentido, el CCHN me ha permitido fortalecer mis capacidades de negociación humanitaria, las cuales pongo al servicio de las comunidades pues me permiten resolver situaciones en las que se vulneran sus derechos humanos. A la vez, el CCHN promueve espacios para forjar relaciones con otros organismos humanitarios e intercambiar experiencias sobre el trabajo en el terreno. Este tipo de espacios me dan esperanza para el futuro porque permiten un mejor diagnóstico de las condiciones de las crisis y, de este modo, ayudan a priorizar las intervenciones humanitarias.

En el futuro, espero seguir aportando mis conocimientos y experticia con el fin de contribuir a la construcción de una sociedad equitativa que brinde mejores condiciones de vida para las familias.

"El CCHN promueve espacios para forjar relaciones con otras organizaciones humanitarias (...). Este tipo de espacios me dan esperanza para el futuro porque permiten un mejor diagnóstico de las condiciones de crisis y, por tanto, ayudan a priorizar las intervenciones humanitarias"

Ana Daza
Directora de Programas, Llamamiento de Ginebra (Colombia)

Actualmente me desempeño como Directora de Programas (Head of Programme) para la ONG Geneva Call en Colombia. Me siento muy afortunada de tener un trabajo que me motiva al ver que es posible reducir el sufrimiento de las personas.

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Desde muy pequeña, fui consciente del sufrimiento de las personas. Estudié pensando en desarrollar mis capacidades para apoyar cualquier solución posible. Trabajé muchos años en investigación para el desarrollo. Ahora me he concentrado directamente en atender a las personas en los momentos en los que su necesidad es mayor y corren un riesgo importante.

Mi abuela materna, siendo yo muy niña, me contaba historias de las afectaciones vividas durante la guerra interna en Colombia que se conoce como La Violencia. Me hablaba, por ejemplo, de personas que ella escondió en su casa porque estaban siendo perseguidos por portadores de armas.

Me contaba sobre su propio desplazamiento forzado con sus hijos. Me hablaba sobre cómo mataban a la gente, los cortes que le hacían en el cuerpo. Pero cuando ella me contaba no lo hacía en términos de: "Seguimos llorando por esto", sino: “Hicimos esto, lo resolvimos de esta manera”. Para mí es increíble que una persona pudiera hacer de su propia victimización una manera de ayudar a otros. Siempre tuve sus relatos muy presentes y creo que eso marcó también que yo buscara trabajar en estos temas.

Para mí, el chaleco que llevo con el emblema de mi organización representa mi labor humanitaria. Es como una protección antibalas, una capa voladora. Yo me esfuerzo mucho porque nuestros emblemas indiquen claramente que nos llamamos Geneva Call y que somos una organización humanitaria. Además, llevar el chaleco indica que cualquier cosa que se logre conmigo no se logró con una persona, sino con una organización.

Hace poco tuve una misión en la que éramos cuatro organizaciones humanitarias distintas en caravana cruzando la región del Catatumbo. Yo veía en la cara de los jóvenes el deseo de querer estar en esos carros. Es importante visibilizar lo humanitario, pues puede abrir puertas para que otros entren, porque acá lo que se necesita son manos.

Mi jefa, la Directora de País de mi organización, me aconsejó unirme al taller de negociación del CCHN porque en Colombia hay que negociar todo el tiempo. Yo tomé el primer curso y me enganché. ¿Por qué me enganché? Porque he tenido que hacer muchas negociaciones de manera intuitiva y la teoría de negociación que existe se aplica a vender, pero no había encontrado un método específico para la negociación humanitaria como el del CCHN.

Además, es un método inductivo que parte de la experiencia en el terreno y está súper bien conceptualizado. Logro ver qué puedo mejorar, y puedo tomar mi experiencia anterior y pasársela a otros, que es importantísimo. ¿Por qué? Porque como humanitarios cambiamos de territorio muy a menudo y en cuanto cambiamos de contexto, dejamos en el aire al pobre que llega. No sabe cuál fue el antecedente, no sabe qué aprendí de esa negociación, qué aprendí del actor o de la comunidad.

Esto es lo que más motiva a mantenerme activa en el CCHN; que podamos crear realmente una comunidad en donde yo pueda recibir los aprendizajes sobre territorios, actores, culturas, personas. Personalmente, crear este conocimiento es una de mis mayores motivaciones y fuerza facilitadora porque se multiplica a través de la comunidad.

Recientemente apliqué la metodología para lograr un acceso con un pueblo indígena. Utilicé el diagrama de hamburguesa (la matriz de Naivasha) y me pareció súper práctico. Fue muy fácil cambiar entre distintos roles porque conocía las distintas categorías. También me permitió aprovechar oportunidades que, si no hubiera hecho ese análisis previo, probablemente hubiera perdido. También me permitió aprender mucho del contexto, lo cual es muy bueno porque logro pasarlo al siguiente y mantengo la continuidad.

Me preocupa particularmente el tema de que en Colombia todo interlocución con un grupo ilegal armado se considera como una acción ilegal. Y puede ser tratada como brindar asesoría jurídica a grupos armados y caer bajo la reglamentación de la lucha contra terrorismo. Entiendo que el espíritu de la norma es evitar generar ambigüedad entre la legalidad y la ilegalidad, pero creo que el sector humanitario sin negociar difícilmente va a avanzar. Por ello, creo que iniciativas como el CCHN pueden ayudar a que el gobierno colombiano esté tranquilo y entienda que vamos a negociar siguiendo una metodología.

"Mi abuela materna me contaba historias de la guerra interna en Colombia conocida como La Violencia. Siempre tuve sus historias muy presentes en mi mente y creo que eso también marcó el hecho de que buscara trabajar en estos temas.