Cinco estrategias que te ayudarán a negociar después de un desastre

Negociar tras un desastre es fundamental para garantizar que la ayuda llegue a las personas en crisis.

Por lo general, hay múltiples "frentes" que surgen inmediatamente después de una catástrofe, lo cual puede llevarte a negociar y tratar con diversos interlocutores a la vez.

Ya sea un terremoto, un ciclón, una inundación o una explosión inesperada en una ciudad densamente poblada, las catástrofes pueden crear o exacerbar las tensiones existentes entre las personas implicadas en la respuesta humanitaria.

Esto puede influir o verse influido por la interacción entre la política, la logística y las relaciones.

La rapidez con la que se establecen las estructuras de coordinación, se habilitan las cadenas de suministro y se movilizan los recursos afectan la eficacia y la pertinencia de la respuesta de forma significativa.

Sin embargo, estas negociaciones pueden resultar complejas y difíciles debido a la urgencia de la situación, el caos resultante, la presencia de múltiples partes interesadas y que las emociones están a flor de piel.

En el Centro de Competencia en Negociación Humanitaria (CCHN) hablamos con 35 profesionales que trabajaron en distintas zonas de catástrofes y recogimos sus mejores prácticas de negociación.

Te presentamos cinco estrategias que te ayudarán a negociar después de un desastre.

Al negociar después de un desastre, tómate un momento y piense en las tres "R": las relaciones, la relevancia y la respuesta rápida.

Estos tres elementos son fundamentales para sentar las bases adecuadas, planificar los próximos pasos y acercarse a las comunidades afectadas y tus contrapartes.

Relaciones

Aunque los desastres pueden poner a prueba las relaciones existentes, también pueden brindar la oportunidad de forjar nuevos vínculos: por ejemplo, el gobierno local podría nombrar nuevas contrapartes para interactuar con las organizaciones humanitarias.

Pregúntate:

• ¿Cuento con las relaciones adecuadas con las principales partes interesadas, o necesito forjar nuevos lazos para posicionarme mejor?
• ¿Hemos establecido la confianza a nivel personal o institucional? ¿Cuál es la mejor manera de aprovecharla?

Relevancia

Las necesidades de las comunidades y las contrapartes cambian rápidamente durante los desastres. Para seguir siendo relevante, se flexible en tu forma de trabajar y prevé que las necesidades serán distintas, en lugar de implementar programas existentes sin adaptarlos.

Pregúntate:

• ¿Estoy negociando para prestar servicios o asistencia que sean relevantes para las comunidades afectadas?
• ¿Soy suficientemente flexible en mis negociaciones y me adapto a las necesidades de mis interlocutores?
• ¿Puedo ser versátil e impulsar la cooperación con contrapartes, al tiempo que respondo a las prioridades de las comunidades?

Respuesta rápida

Si no conlleva ningún riesgo, intenta estar presente físicamente en el lugar de la catástrofe para apoyar a tu contraparte y negociar con ella, sobre todo justo después de un desastre.

Demostrar tu voluntad de apoyar los esfuerzos de respuesta puede acercarte a tu contraparte.

Pregúntate:

• ¿Trabajo lo suficientemente rápido, eficaz y ágil?
• ¿Dispongo de políticas y procedimientos "prenegociados" que me permitan responder rápidamente tras una catástrofe?

La confianza es un elemento fundamental, aunque difícil, en un contexto posterior a una catástrofe, y puede facilitar o complicar la respuesta y las negociaciones posteriores.

Cuando se produce una catástrofe, establecer la confianza se vuelve más difícil, ya que la respuesta inmediata tiene prioridad y hay que atender primero las necesidades urgentes.

Piensa en lo siguiente para crear y mejorar la confianza con tus contrapartes.

• La empatía y la paciencia son fundamentales. Recuerda que tu contraparte puede haber pasado por muchas cosas emotivas después de un desastre.
• Sea un apoyo, no una carga. Ofrece ayuda sin aumentar la carga de trabajo de tus interlocutores. Comprende que tu contraparte puede sentirse desbordada y presta ayuda de la forma más rápida y eficaz.
• Aprovecha las redes de contactos locales. Conecta con los actores y las comunidades locales; saca provecho del "espíritu solidario" que suele surgir después de un desastre.
• Muéstrate presente y se fiel tanto a tu persona como a tu organización siendo coherente y transparente. Cumple tus compromisos y comunica tus objetivos y planes de forma clara.
• Respeta los protocolos. Utiliza los canales de comunicación establecidos, ya sean internos (dentro de tu organización, entre distintos departamentos, etc.) o externos (con otras organizaciones, contrapartes, etc.) No improvises en esta fase.

Hay dos tipos de estrategias que pueden adoptarse después de un desastre: el "caballo" y el "camello".

Ambas estrategias son necesarias tras una catástrofe. Estos enfoques pueden ser útiles sobre todo cuando los vínculos con organizaciones asociadas están en juego.

• El "caballo" genera confianza a corto plazo, mientras que el "camello" la genera a largo plazo.
• El "caballo" acerca la organización a las autoridades locales y los grupos armados, mientras que el "camello" ayuda a crear vínculos con las autoridades nacionales, las comunidades y los donantes.
• El "caballo" puede allanar el camino al diálogo y a entablar lazos para que el "camello" los utilice, mejore y fortalezca.
• El "caballo" negocia para implementar; el "camello", para coordinar.

¿Cuál es la estrategia más adecuada para ti y tu organización? Tómate un momento para reflexionar. Podrías ser una de las dos o ambas, en función de los objetivos de tu organización, tus necesidades y el contexto.

Para evitar duplicar esfuerzos, colabora con organizaciones que trabajan en proyectos, objetivos y resultados similares o que atiendan a las mismas poblaciones.

Cooperar ayuda a aunar tiempo y recursos y puede dar lugar a una respuesta más específica y eficaz ante un desastre.

Es importante resistir la tentación de "monopolizar" la respuesta y competir contra otras organizaciones. Es más fácil trabajar por separado, pero es más eficaz trabajar juntos.

No pierdas de vista el objetivo común y los valores compartidos: todos estamos ahí para ayudar a las mismas personas afectadas por las catástrofes. Utiliza este conocimiento para superar los retos de en torno a tu negociación.

Responder con rapidez requiere una sólida comprensión de los procedimientos, políticas y formas de trabajar en materia de cumplimiento.

Cuando se opera tras una catástrofe, suele ser necesario hacer concesiones sobre los procedimientos de cumplimiento, a fin de abordar los retos y retrasos burocráticos a la hora de colaborar con socios o donantes, y negociar vías alternas de financiamento para la respuesta inmediata.

Ser consciente de los riesgos "reales" y "percibidos" puede ayudarte a negociar la adaptabilidad de los programas existentes con los donantes.

Estas son las experiencias de profesionales sobre negociar con donantes después de un desastre.

Las negociaciones humanitarias en el contexto de desastres exigen adoptar un enfoque "humano", probablemente más que en cualquier otro tipo de negociación, porque cualquiera puede verse afectado: tus colegas, tus contrapartes, las comunidades o tú.

Es fundamental mostrar empatía y prepararse, centrarse y ser flexible, y brindar apoyo y ser transparente.

Debido a los momentos de caos tras una catástrofe, los protocolos de emergencia preestablecidos, especialmente en materia de cumplimiento y servicios de apoyo, pueden agilizar las negociaciones y facilitar una colaboración más fluida entre las partes interesadas.

Antes comenzar la respuesta, tómate un momento para reflexionar sobre la catástrofe y lo que implica; te ayudará a elaborar un enfoque más informado y estratégico.

Recuerda sacar provecho de las relaciones existentes, especialmente con actores locales, ya que pueden facilitar los procesos de negociación y mejorar la respuesta humanitaria. Al mismo tiempo, las catástrofes pueden ofrecer oportunidades para conectar con nuevas partes interesadas y entablar nuevas relaciones.

¡Ánimo!