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Manejar el estrés: 4 métodos comprobados para mantener la calma y negociar bajo presión

Por 19 de mayo de 202526 de mayo de 2025Todas las historias

Es viernes por la tarde. Por fin vuelves a casa después de semanas de trabajo incesante. Has estado contando los días para que llegue este momento cuando suena tu teléfono.

Es tu jefa. Ha habido un incidente. Te necesitan urgentemente para negociar con alguien a quien no conoces. Hay vidas en juego. Apenas tienes información, ni tiempo para prepararte.

Mientras tanto, tu equipo sobre el terreno está agotado, sumido en el caos operativo. Los informes de los donantes están atrasados. La mitad de la oficina es nueva. Algunos están enfermos. Sientes el peso de todo.

Sientes que es demasiado y te abrumas. ¿Te suena conocido?

Tanto si tienes varios años de experiencia negociando como si sientes presión en un puesto diferente, los momentos agobiantes no solo ponen a prueba algo tu estrategia, sino también tu capacidad para mantener la calma, la concentración y la claridad.

Hay herramientas que puedes utilizar para lograrlo. Para hacer una pausa. Para controlar tu sistema nervioso. Para sacar adelante tu equipo, incluso cuando la presión alcanza su punto máximo.

¿El secreto? Todo depende de cómo manejes el estrés.

¿Por qué es importante el manejo de la presión?

Las investigaciones muestran que cuando no manejas la presión o no lo haces de manera adecuada, puede repercutir negativamente en tu proceso de negociación.

Sin embargo, es inevitable sentir presión cuando trabajas en zonas de conflicto. Las negociaciones humanitarias son desafiantes y requieren habilidad, resiliencia y un compromiso firme para atender las necesidades humanas en entornos complejos.

Al conducir negociaciones, es probable que sientas presión de múltiples fuentes: contextos inestables, exigencias organizativas y desgaste emocional.

Manejar la presión con éxito se ha convertido en una habilidad esencial, no sólo para el personal humanitario que trabaja sobre el terreno, sino también para el personal directivo y las organizaciones.

¿Cómo puede gestionar la presión de forma eficaz -y hacerlo de manera constante a lo largo del tiempo- para seguir repercusión?

¿Qué es la presión en las negociaciones humanitarias?

La presión en las negociaciones humanitarias se refiere a la tensión psicológica, emocional y física que surge al navegar por entornos complejos, interactuar con interlocutores difíciles y tomar decisiones críticas en condiciones inciertas.

La presión es inevitable en el trabajo humanitario, pero con las herramientas y estrategias adecuadas, puedes manejar tu respuesta al estrés.

Tipos de respuestas al estrés. Cuando te sientes amenazado/a, tu cuerpo puede reaccionar intentando luchar, huir o paranlizándose. Aprende a manejar tu respuesta al estrés para mantener la calma bajo presión y negociar con eficacia.

¿De dónde viene la presión?

Al liderar negociaciones humanitarias, puedes encontrarte con factores de estrés, como por ejemplo:

  • Entornos complejos e inestables: La inestabilidad política, la inseguridad física y las condiciones impredecibles suelen dominar los contextos en donde se llevan a cabo las negociaciones.
  • Retos organizativos: Las dinámicas internas, la jerarquía y  falta de recursos pueden crear capas adicionales de estrés.
  • Exigencias emocionales y psicológicas: La exposición a traumas, decisiones de alto riesgo y contrapartes difíciles hace que la presión sea inevitable.

Maude Pittet Nazareno, Responsable de proyectos en el CCHN - Manejo de la presión y mentoría

"La presión surge de factores personales, de equipo, organizativos y de todo el sector. Sin embargo, al igual que estas capas pueden generar presión, también pueden convertirse en poderosas fuentes de resiliencia, adaptabilidad y fuerza colectiva cuando cuentan con una base sólida y de apoyo."

Nuestros estudios han demostrado que las nuevas tecnologías, como las aplicaciones de mensajería instantánea o las plataformas de redes sociales, se han convertido en un factor adicional de presión. La comunicación constante, por ejemplo, entre los equipos sobre el terreno y los de la sede hace que quienes conducen las negociaciones se sientan bajo observación continua y con menor autonomía, ya que se limita su poder de decisión. La comunicación constante les obliga a justificar todas las decisiones y relaciones, lo cual reduce su motivación y aumenta su sentimiento de impotencia.

Reconocer estas fuentes es el primer paso para menejarlas de forma eficaz.

La repercusión de la presión sobre quienes negocian

La presión tiene implicaciones de largo alcance, ya que afecta a tus capacidades mentales, emocionales y físicas:

  • Mental: La presión constante puede provocar sobrecarga cognitiva, fatiga en la toma de decisiones y dificultad para concentrarse. Es posible que sientas la necesidad de sobreanalizar las situaciones o dudes de tus decisiones.
  • Emocionales: En situaciones de alta presión, puedes experimentar un aumento de ansiedad, frustración o desapego emocional. Exponerte de forma prolongada a este tipo de estrés puede provocar agotamiento o sentimientos de aislamiento. La presión también puede repercutir en tu comportamiento y comunicación, afectando no solo al proceso de negociación sino también la dinámica del equipo.
  • Físicas: La presión se manifiesta físicamente a través de síntomas como dolores de cabeza, fatiga u otras molestias relacionadas con el estrés. Estas respuestas corporales pueden poner en riesgo el rendimiento general durante negociaciones críticas.

Estrategias para manejar la presión y desarrollar la resiliencia

A pesar de los retos mencionados, quienes negocian en el terreno hacen gala de una resiliencia notable, haciendo uso de su profesionalidad y dedicación para manejar la presión y mantener la concentración.

Según nuestra investigación, distintos elementos pueden mejorar tu capacidad para hacer frente a la presión.

Entre las estrategias que pueden ayudarte a mantener la calma bajo presión y a negociar con eficacia figuran el apoyo organizativo, las relaciones significativas, el efecto de tu trabajo en las comunidades, el manejo del tiempo, la relajación física y el apoyo intangible.

Métodos prácticos para manejar la presión

Ahora que hemos visto qué es la presión, cómo afecta a tus negociaciones y por qué es importante saber manejara, te presentamos cuatro estrategias prácticas que te ayudarán a ser resiliente frente al estrés.

1. Prepárate lo más que puedas

La preparación mental y emocional es la piedra angular de un manejo eficaz de la presión.

Herramientas como el Manual del CCHN proporcionan metodologías estructuradas para analizar situaciones y planificar tu enfoque. Pueden ayudarle a familiarizarte con el contexto, las partes interesadas y situaciones hipotéticas.

Una preparación adecuada también implica inocularse del estrés fisiológico y emocional a través de un entrenamiento gradual del sistema nervioso para responder con mayor estabilidad y menor reactividad cuando te sientas bajo presión, lo cual practicamos en el taller del CCHN "Prepárate para la presión".

La preparación no sólo aumenta la confianza, sino que también te prepara para afrontar retos inesperados.

La matriz de Naivasha es un modelo de negociación que presenta las competencias de negociación básicas que todo profesional humanitario debe dominar.

2. Aprende a regular tus emociones durante las negociaciones

Mantener la calma y la compostura es crucial en situaciones de gran presión.

Sea cual sea tu tipo de respuesta al estrés, algunas prácticas sencillas, como respirar profundamente o hacer una pausa antes de hablar, pueden ayudarte a reajustar tu enfoque y volver a centrarte.

Utiliza la técnica 5-4-3-2-1 para centrarte y mantener la calma bajo presión. Nombra 5 cosas que puedas ver, 4 que puedas oír, 3 que puedas tocar, 2 que puedas oler y 1 que puedas saborear.

3. Genera confianza y establece una conexión

Crear una conexión de forma humana puede ser una forma eficaz de bajar la presión.

Conversa con tu contraparte como persona: reconoce las experiencias compartidas o habla sobre los retos comunes. Este enfoque fomenta el entendimiento mutuo y puede conducir a un diálogo más constructivo.

Maura James, responsable de proyectos e investigadora del CCHN

"La forma de bajar la presión durante una negociación tensa es volver a conectar como seres humanos y reconocer las necesidades comunes, como pedir un vaso de agua o ajustar el entorno. Recuerda a ambas partes su humanidad".

4. Enfócate en el autocuidado

Tras una negociación, dale prioridad a tu bienestar. Habla con tus colegas sobre la experiencia, reflexiona sobre las lecciones aprendidas y haz actividades que te llenen de energía.

Si bien es posible que destaques en el manejo de la presión durante la negociación, crear un espacio para la recuperación tras una conversación difícil es esencial para la resiliencia a largo plazo.

Recuerda...

La presión es inherente a las negociaciones humanitarias, pero no tiene por qué abrumarte.

Para manejar la presión de manera eficaz, es imporatnte utilizar tanto estrategias psicológicas y emocionales como físicas, como por ejemplo:

  • Psicológicas: Analizar las situaciones y mantener tu objetividad son métodos comunes para manejar la presión.
  • Emocionales: El apoyo de colegas y mentores proporciona un sentimiento de pertenencia y seguridad psicológica.
  • Físicas: Hacer ejercicio o dar golpecitos con el pie durante las negociaciones puede ayudar a liberar estrés.
  • Espirituales: Para ciertas personas, encontrar sentido a su trabajo o confiar en un propósito superior puede proporcionar consuelo en tiempos difíciles.

Si te preparas a conciencia, regulas tus emociones, fomentas las relaciones y das prioridad al autocuidado, podrás superar los retos con eficacia y seguir marcando la diferencia.

Recuerda que ser resiliente no consiste en evitar la presión, sino en aprender a manejar cómo respondes a ella. Sobre todo, ser resiliente no es tanto una cuestión de conocimientos sino de establecer una práctica regular. Adopta estas estrategias para prosperar en tus negociaciones humanitarias.

Para más información, lee nuestro informe sobre negociar bajo presión (disponible únciamente en inglés).

¡Ánimo!

¿Quieres más consejos de negociación? Consulta nuestras publicaciones.

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