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Cómo empezar una negociación: Cuatro sencillos pasos para construir tu argumento inicial

Por 23 de febrero de 202427 de febrero de 2024Todas las historias
El 16 de octubre de 2022, a raíz de una alerta del Teléfono de Alarma, una línea directa para personas en peligro en el mar, el equipo del Geo Barents rescató a otras 46 personas, entre ellas 16 menores, que habían salido de Libia en un bote de goma la noche anterior. Ahora hay 177 personas a bordo del Geo Barents.

Para ayudar y proteger a las personas afectadas por crisis, probablemente debas dialogar, coordinar y llegar a acuerdos con distintas personas.

Mientras haces todo lo posible por sacar adelante tu operación, es posible que te encuentres con obstáculos –a veces, literalmente– y tengas que llegar a un acuerdo.

En los párrafos siguientes, te guiaremos a través de cuatro sencillos pasos para empezar una negociación y construir tu argumento inicial siguiendo la herramienta "isla de acuerdos" basada en la metodología de negociación del CCHN.

1. Comienza por recopilar información.

Antes de poner nada en marcha, es esencial conocer bien los hechos.

Las negociaciones humanitarias tienen lugar en entornos políticamente cargados, llenos de tensiones, desacuerdos y luchas de poder.

En estos contextos, es esencial identificar y clasificar la información pertinente.

¿Qué está ocurriendo? ¿Cuál es el problemas? ¿Quién está implicado? ¿Cuántas personas se han visto afectadas por la situación?

Recopila información sobre el contexto. ¿Qué está ocurriendo? ¿Dónde está ocurriendo? ¿Cuándo tuvo lugar? ¿Quién ha participado? ¿Cómo ha respondido la gente? Esta información te ayudará a empezar la negociación y a construir tu argumento inicial.

2. Clasifica la información en "hechos" y "normas"

Cuando hayas recopilado suficiente información contextual, puedes empezar a clasificarla en dos categorías: "hechos" y "normas".

Considera hechos cualquier dato que puedas demostrar con pruebas.

Por ejemplo, tu interlocutor podría decir que en la región nororiental viven 15.000 personas, pero según tu equipo hay unos 25.000 habitantes. En caso de desacuerdo, podrías demostrar cuántas personas viven en la región realizando un censo.

Las normas, por su parte, son comportamientos que se consideran normales en una cultura o sociedad determinada. Para detectar posibles normas, busca el verbo "deber".

Por ejemplo, los habitantes de la región pueden creer que todos los niños deben ser vacunados contra el sarampión.

Asegúrate de recopilar hechos y normas desde tu perspectiva, pero también desde la de tu contraparte.

Clasifica la información en hechos y normas. Por ejemplo, hay un brote de sarampión en la región noreste del país A (confirmado por informes nacionales e internacionales). Esto es un hecho. Si la comunidad local cree que todos los niños deben ser vacunados contra el sarampión, se trata de una norma. Utiliza estas dos categorías para empezar la negociación y construir tu argumento inicial.

Distinguir entre un hecho y una norma te ayudará a determinar qué estrategia debes utilizar para construir tu argumento inicial.

3. Decide en qué están de acuerdo (o no) tu contraparte y tú

Sobre lo que tú y tu contraparte puedan estar de acuerdo será la base de tu argumento inicial. Es importante empezar la negociación desde una base común para demostrar que hay margen para converger.

No descartes aquello en lo que no estén de acuerdo, sino tenlo en cuenta para introducirlo más adelante en la conversación.

Siguiendo esta lógica, clasifica los hechos y normas que has recopilado en función de si crees que tu contraparte estará de acuerdo o en desacuerdo.

Clasifica la información en hechos y normas acordados, y hechos y normas cuestionados. Por ejemplo, tú y tu contraparte pueden estar de acuerdo en que hay un brote de sarampión (hecho acordado) y en que todos los niños deben vacunarse (norma acordada). Sin embargo, pueden no estar de acuerdo en cuántas personas hay (hecho cuestionado) y en qué normas sanitarias deben seguirse (norma cuestionada). Céntrate en los hechos y las normas acordados para construir tu argumento inicial.

Céntrate en la parte central, compuesta por los hechos y las normas acordados. Esto es lo que llamamos la "isla de acuerdos"; será la base sobre la que empezarás tu negociación.

Más adelante, puedes abordar aquello sobre lo que no están de acuerdo.

4. Construye tu argumento inicial

Has recopilado información pertinente, la has clasificado en "hechos" y "normas" y has decidido sobre qué podrías estar de acuerdo con tu contraparte y cuáles podrían causar cierta tensión.

Ahora, es el momento de construir tu argumento inicial.

En primer lugar, comenta todo aquello en lo que estén de acuerdo. Concéntrate en crear un sentimiento de buena voluntad. Esto te ayudará a generar la confianza suficiente para abordar los elementos sobre los que no están de acuerdo más adelante.

Comienza tu negociación con un argumento centrado en los hechos y las normas acordados como el hecho de que la campaña de vacunación no está funcionando lo suficientemente rápido y que el bienestar de las comunidades debe ser una prioridad.

Podrías decir, por ejemplo: "Todos estamos de acuerdo en que hay un brote de sarampión que se vuelve cada vez más grave. La campaña de vacunación lanzada por el Ministerio de Salud fue un buen comienzo, pero no está funcionando lo suficientemente rápido. Hay una parte de la población, sobre todo las personas desplazadas de otras partes del país, que tiene una baja tasa de vacunación. A todos nos gustaría detener el brote y preservar el bienestar de la comunidad, especialmente de los niños. Dada la situación, podemos decir que estamps de acuerdo en que la mejor respuesta sería una campaña de vacunación masiva."

Luego, a medida que avance la conversación, podrías abordar las cuestiones más delicadas, como el hecho de que el Ministerio de Salud necesita ayuda para responder al brote o qué normas de vacunación deben seguirse.

Aborda los hechos y normas cuestionados más adelante, como cuántas personas viven en la región y qué normas sanitarias deben seguirse.

Puesto que ya has acordado con tu contraparte que se necesita una respuesta, que tu organización está ahí para ayudar y que el bienestar de todos debe ser una prioridad, ahora la pregunta es: ¿cómo lo lograrán juntos?

Ahora es cuando te das cuenta de que tu argumento inicial ha funcionado y tienes que empezar a negociar.

En resumen...

Integrar el punto de vista de tu contraparte en tu argumento inicial es un elemento importante para forjar una relación de confianza.

Si inicias la conversación sobre lo que ambos están de acuerdo, podrás empezar la negociación con buen pie y limitar las tensiones.

El objetivo no es tener razón, sino alinearse en la medida de lo posible con la forma en que tú y tu contraparte ven una situación.

Esto te ayudará a establecer una relación de confianza y te abrirá la puerta a la negociación.

¡Ánimo!

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