En los últimos años, la diplomacia humanitaria ha ido evolucionando gradualmente hasta convertirse en un ámbito especializado de la diplomacia.
Hoy en día, a medida que las crisis se multiplican, se ha convertido en una herramienta clave para hacer progesar la acción humanitaria.
En el Centro de Competencias de Negociación Humanitaria (CCHN), investigamos el estado actual de la diplomacia humanitaria.
Los resultados muestran que hay seis pasos que contribuyen a una diplomacia humanitaria eficaz.
Pero primero, ¿qué es la diplomacia humanitaria?
La diplomacia humanitaria puede definirse como la promoción de los intereses y objetivos humanitarios mediante canales diplomáticos, como las embajadas, los Ministerios de Asuntos Exteriores y los organismos gubernamentales, así como las organizaciones regionales e internacionales.
Los profesionales de la diplomacia humanitaria utilizan la negociación para persuadir a quienes están a cargo de la toma de decisiones y líderes de opinión de que actúen en interés de las personas vulnerables, respetando al mismo tiempo los principios humanitarios, el derecho internacional de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
Una diplomacia eficaz implica forjar relaciones, promover el diálogo y buscar puntos en común para promover intereses y valores en común.
Para alcanzar sus objetivos, los profesionales de la diplomacia humanitaria necesitan capacidades fundamentales de negociación, como la escucha activa, el establecimiento de relaciones y la capacidad de adaptación.
En este sentido, podemos considerar que la diplomacia humanitaria es una forma de negociación humanitaria.
Ahora que todos estamos de acuerdo, pasemos a la práctica.
La investigación señala seis pasos que contribuyen a una diplomacia humanitaria eficaz.
Paso 1: Definir el problema y establecer prioridades
Para que tus esfuerzos de diplomacia humanitaria sean eficaces, lo primero que debes hacer es definir los asuntos prioritarios.
A continuación, selecciona lo que puede abordarse mediante negociaciones en el terreno y da prioridad a lo que requiere canales diplomáticos.
Esto permitirá un enfoque más centrado en los retos y evitará abrumar las plataformas diplomáticas y representantes de los Estados.
Debes considerar la diplomacia humanitaria cuando:
- Tu organización está atascada en sus negociaciones y ha intentado todo lo posible (incluido el uso de las herramientas de negociación del CCHN), pero no hay solución.
- Tu organización no tiene acceso a la persona responsable de la toma de decisiones, o existen riesgos mayores al involucrar a dicha persona (excluyendo las cuestiones que pueden ser gestionadas por las capacidades de coordinación civil-militar).
- Tu organización no tiene influencia sobre sus contrapartes ni sobre los responsables (gobierno, partes en conflicto, etc.).
Paso 2: Identificar a los actores y partes interesadas
Identificar las parte interesadas es esencial para determinar quién podría estar bloqueando (o "estropeando") tu negociación y quién podría influir en su posición.
Si haces un mapeo de actores influyentes a nivel de diplomacia humanitaria, no olvides tener en cuenta:
- Los Estados pertinentes y sus representantes, además de individuos y organizaciones.
- Los diferentes intereses y niveles de influencia dentro de la misma entidad, ya que los Estados y las organizaciones no siempre tienen una estructura homogénea ni intereses unificados.
- Analizar qué actor es pertinente para las cuestiones prioritarias (identificadas en el paso 1). El espacio para desplegar tácticas de diplomacia humanitaria puede ser limitado, por lo que tener una estrategia para elegir con quién interactuar y sobre qué tema o reto.
Paso 3: Comprender las necesidades e intereses de tu contraparte
Para influir en los demás, primero hay que hacer que se sientan escuchados.
Para ello, debes comprender sus intereses y motivos.
Por ejemplo, es crucial entender los fundamentos de la postura de un Estado y considerar los valores que la sostienen.
¿Le preocupa la seguridad nacional? ¿Busca convencer a los votantes?
Esta es una lista no exhaustiva de posibles intereses y motivos:
Paso 4: Priorizar objetivos y formular el mensaje
Una vez hayas identificado el problema, establecido tus prioridades, identificado los actores pertinentes y analizado sus intereses y motivos, deberás encontrar la mejor manera de presentar tus objetivos.
En otras palabras, deberás elaborar una narrativa convincente.
Ten en cuenta lo siguiente al hacerlo:
- Lenguaje: Utiliza un lenguaje claro, directo y conciso. Evita ambigüedaesd.
- Tono: Utiliza un tono seguro y auténtico.
- Estilo: Sé coherente y utiliza los términos e ideas de forma sistemática. Cíñete a los hechos; los discursos emocionales no favorecen el cambio de políticas y posiciones.
He aquí otro consejo a la hora de enmarcar objetivos y formular tu mensaje:
Paso 5: Proponer alternativas y Paso 6: Desarrollar la estrategia
Los dos últimos pasos para una labor eficaz de diplomacia humanitaria exigen pensar de forma creativa y elaborar una estrategia coherente que reúna todo tu trabajo previo.
A menudo puede parecer que se ha llegado a un callejón sin salida y que no hay forma de avanzar. Nuestro próximo blog le muestra cómo encontrar alternativas, incluso cuando crees que no hay ninguna.¡!
También exploramos cómo desarrollar la estrategia adecuada para su compromiso.
Recuerda...
Una diplomacia humanitaria eficaz requiere:
- Definir el problema y establecer prioridades
- Identificar a los actores y partes interesadas pertinentes
- Analizar los intereses y motivos de individuos y Estados
- Definir tus objetivos y formular el mensaje
- Proponer alternativas
- Desarrollar tu estrategia
Estos pasos te permitirán entablar relaciones, promover el diálogo y buscar puntos en común para poner en relieve los intereses y valores que tengas en común con tu contraparte.
¡Ánimo!