Como parte del personal humanitario que trabaja en zonas de conflicto, tu capacidad para negociar con portadores de armas es fundamental.
Enfrentarse a entornos complejos, establecer una relación de confianza y garantizar un paso seguro son vitales para el éxito de las operaciones humanitarias, como por ejemplo, distribuir la ayuda y llegar a las poblaciones afectadas.
Sin embargo, estas negociaciones suelen ser un reto dada la complejidad de los contextos, los riesgos potenciales y los intereses y motivos contrapuestos de las partes involucradas.
Tanto si se trata de fuerzas militares estatales como de grupos armados no estatales o milicias locales, la presencia de armas puede aumentar la tensión entre los actores humanitarios y quienes controlan el acceso a las poblaciones vulnerables.
En el Centro de Competencias de Negociación Humanitaria (CCHN), hemos recopilado aprendizajes de negociadores y negociadoras experimentadas y las hemos destilado en estrategias prácticas.
A continuación presentamos cinco consejos que te ayudarán a negociar de forma eficaz con portadores de armas.
1. Realizar una evaluación exhaustiva
Antes, durante y después interactuar con portadores de armas, es esencial llevar a cabo una evaluación exhaustiva.
Intenta comprender los siguientes aspectos de tu contraparte:
- Motivación e ideología
- Influencias
- Estructura de mando y disciplina
- Relaciones de apoyo
- Relación con la población
Utiliza estos factores como base para planificar, llevar a cabo y revisar tu estrategia de negociación.
Aunque en algunos casos estas evaluaciones pueden basarse en suposiciones, asegúrese de comprobarlas, validarlas y confirmarlas mediante hechos y búsquedas.
2. Comprender la estructura organizativa de los portadores de armas
Identifica el tipo de organización a la que te enfrenta para calibrar mejor la dinámica de poder y las fuentes de influencia.
Esta comprensión te ayudará a adaptar tu enfoque de forma eficaz.
Los portadores de armas suelen clasificarse en cuatro categorías:
Cada estructura presenta retos y oportunidades únicos. Comprender la estructura organizativa de tu contraparte te permitirá anticipar los procesos de toma de decisiones, las cadenas de mando y los puntos de influencia, lo que posibilita una estrategia de negociación más adaptada.
3. Prepararse meticulosamente
Las contrapartes militares suelen tomar decisiones utilizando el bucle OODA (observar, orientar, decidir, actuar).
Familiarizarte con este proceso puede ayudarte a adaptar tu estrategia de negociación:
- Observar (preparar): Reúne toda la información pertinente.
- Orientar (investigar): Llevar a cabo un mapeo de actores.
- Decidir (ensayar): Practica tu enfoque, incluso con intérpretes si es necesario.
- Actuar (conducir): Ejecuta tu estrategia.
Demostrar que comprendes estos detalles puede influir en tu contraparte y crear una buena relación, lo que mejorará los resultados de la negociación.
4. Sacar ventaja de las emociones
Las emociones desempeñan un papel importante en las negociaciones. Comprenderlas y sacarles ventaja puede influir mucho en el resultado de las interacciones.
Negociar con portadores de armas puede ser intimidante, y el miedo puede causar un bloqueo cognitivo, lo cual dificulta la apertura a nuevas ideas.
Al ser quien conduce la negociación, es importante gestionar las emociones con eficacia:
- Reconocer cómo afectan las distintas emociones al comportamiento.
- Comprender cómo regular y sacar ventaja de las emociones durante las negociaciones.
- Utiliza emociones positivas como la empatía y la esperanza para fomentar cooperación y alentar las concesiones.
- Ten cuidado con emociones como la soberbia, que pueden aumentar la agresividad.
Si te encuentras ante una aparente indiferencia, no des por sentado que se trata de una postura neutral. La verdadera indiferencia significaría que la contraparte está interesada en dialogar en absoluto y, por lo tanto, ni siquiera se presentaría a una negociación. En lugar de eso, pregúntate qué quiere y qué le importa realmente.
Si gestionas las emociones de forma estratégica puedes crear un entorno más propicio que coduzca al éxito de las negociaciones.
5. Mirar más allá de los títulos y las etiquetas
Aunque es importante investigar el rango y los antecedentes de tu interlocutor, no te centres demasiado en etiquetas como "grupo armado".
En su lugar, céntrate en comprender al individuo y sus motivaciones, independientemente de su designación específica.
Recuerda...
Negociar con portadores de armas requiere un enfoque matizado y un profundo conocimiento de la dinámica en juego.
Al realizar evaluaciones exhaustivas, comprender las estructuras organizativas, prepararse meticulosamente, aprovechar las emociones estratégicamente y mirar más allá de los títulos, puedes mejorar tus posibilidades de éxito y fomentar diálogos más eficaces.
Las estrategias presentadas no sólo mejoran la probabilidad de garantizar un acceso seguro para la distribución de ayuda y otras operaciones humanitarias, sino que también ayudan a generar confianza y cooperación en entornos complejos.
En un mundo en el que las necesidades humanitarias a menudo se cruzan con los conflictos armados, tu capacidad para negociar con los portadores de armas es esencial para lograr resultados significativos.
¡Ánimo!
* El Comité Internacional de la Cruz Roja define los portadores de armas como:
- militares y fuerzas armadas, paramilitares y mercenarios bajo el control o el mando de uno o varios Estados y cuya función principal sea el combate, incluidos los que actúen en virtud de un mandato internacional;
- fuerzas policiales y de seguridad, cuya función principal es hacer cumplir la ley, incluidas las que actúan bajo mandato internacional;
- grupos armados, paramilitares y mercenarios que no estén bajo el control o el mando de uno o varios Estados (grupos armados no estatales), como los grupos armados de oposición/insurgentes, los grupos progubernamentales, las bandas territoriales, los grupos comunales, los grupos delictivos y las empresas militares y de seguridad privadas contratadas por los Estados (siempre que lleven armas), así como cualquier otro grupo organizado que lleve armas que puedan utilizarse en un enfrentamiento armado.
Fuente: Background report: National societies preparing for and responding to armed conflict and other situations of violence (consultado: 23 de agosto de 2024)